Hoy le mostramos algunas pautas para reducir la radiación del teléfono móvil.

Si ha notado o quiere prevenir dificultades para conciliar el sueño, falta de concentración, perdida de memoria a corto plazo, o dolores de cabeza, arritmias o acúfenos, puede que lo que sigue le interese.

1. La distancia disminuye la radiación

Cuando queramos hablar por el móvil, lo mejor es hacerlo con el altavoz activado y con el móvil a tanta distancia del cuerpo como sea posible.

En los casos en los que se necesite mayor privacidad, lo recomendable es utilizar auriculares de cable con micrófono incorporado, o mejor aún, auriculares con tubo de aire («air tube»), y después colocar el móvil alejado (por ejemplo, en una mesa, o extendiendo el brazo). La opción menos recomendable serían los auriculares inalámbricos de cualquier tipo.

Imagen: auriculares de tubo de aire.

Si no tiene los auriculares a mano y no quiere utilizar el altavoz en un lugar público, lo mejor que puede hacer es subir el volumen del teléfono y mantenerlo al menos a dos centímetros de distancia de su oído.

Cuando no esté utilizando el teléfono es mejor es llevarlo dentro de bolso o una mochila, que tenerlo en los bolsillos o en la mano.

2. Úselo poco cuando tenga poca de cobertura

Cuando la cobertura es baja y la calidad de la señal es mala, el teléfono emite a su máxima radiación para comunicarse con las antenas de telefonía móvil más próximas.

Además conviene evitar o limitar el habla en espacios cerrados con metales como el ascensor, el coche, o el tren, el metro o el avión. En estos casos los teléfonos emiten más radiación dado que los metales hacen que las ondas reboten y se concentren en el interior del sitio (efecto similar al que provoca un horno microondas para calentar un alimento).

Otra de las medidas recomendables para reducir la radiación de tu smartphone es comunicarte a través de las aplicaciones de mensajería o mensajes de texto, etc. en lugar de llamar por voz.

Además, apague los datos y el Wi-Fi cuando no los necesite, o mejor aún active el modo avión para evitar las radiaciones del teléfono por completo. Esto último es especialmente recomendable mientras estamos durmiendo de manera que nuestro cuerpo pueda segregar más fácilmente la hormona melatonina, que se encarga entre otras cosas de protegernos del cáncer y limpiarnos de tóxicos.

3. Espere a que se estabilice la llamada

Cada vez que tenga que hacer o recibir una llamada por voz espere aproximadamente 2 segundos a que se «estabilice» la llamada para que se reduzca considerablemente la radiación.

En el siguiente vídeo, que es un extracto de la conferencia que impartí en 2008 en Barcelona para la Asociacion de Personas Afectadas por Productos Quimicos y Radiaciones Ambientales (APQUIRA), puede observar como se producen los máximos niveles de radiación emitidos por el móvil justo cuando comenzamos a realizar una llamada (minuto 1:40).

4. Utilice móviles con una tasa de absorción específica baja.

Cuando compre un nuevo móvil, asegúrese de verificar el SAR (especific absorption rate por sus siglas en inglés) o valor de tasa de absorción específica. Se trata de una forma de cuantificar el nivel máximo de radiación emitido por los teléfonos. En España el límite se sitúa en 2 watios por kilo (2 W/Kg) para exposición en la cabeza. La mayoría de móviles no supera los 1,5 W/Kg, aunque a veces hay sorpresas y/o escándalos.

Consúltelo en las especificaciones técnicas de su teléfono, o en las páginas web que contienen tablas de comparativas, como por ejemplo en la que publicó hace 2 años el periódico La Vanguardia.

¿Todavía piensa que la radiación de los móviles no afecta a la salud?

Antes de terminar este artículo me gustaría recordar los resultados de uno de los mayores estudios científicos realizado en los últimos años sobre la radiación de los teléfonos móviles. Se trata del Programa Nacional de Toxicología (NTP) del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de los Estados Unidos que duró 10 años y costó 30 millones de dólares. Descubrieron “evidencia clara” de cáncer en ratas macho expuestas a este tipo de radiación. Tenían significativamente más daño en el ADN, problemas cardíacos y bajo peso al nacer. Los hallazgos del NTP fueron respaldados por el estudio del Instituto Ramazzini que encontró los mismos tipos de cánceres que el NTP, pero en niveles mucho más bajos. Cabe destacar que, como suele ocurrir en estos casos de «hallazgos llamativos», a partir de agosto de 2020, el NTP cambió el texto de su sitio web y eliminó la declaración concerniente a los daños en la salud. Los hallazgos del NTP y Ramazzini en animales se ven corroborados aún más por una investigación que encontró que las personas que usan teléfonos celulares durante 10 años «intensivamente» (definido en estos estudios como alrededor de 30 minutos por día) desarrollaron un aumento de tumores (schwannomas y glioblastomas).

Debido a estos hallazgos tanto en humanos como en animales, varios científicos han publicado que el peso de la ciencia actual revisada por pares respalda la conclusión de que las radiaciones de altas frecuencias deben considerarse un carcinógeno humano.

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