Medición de radiaciones en el ámbito doméstico
Si ha notado algún problema de salud (dolor de cabeza, insomnio, cansancio…) y sospecha que pueda estar causado por una antena de telefonía móvil cercana, llámenos. Le haremos un estudio de los niveles de emisiones presentes en su vivienda, o terreno.
Si ha notado algún problema de salud (dolor de cabeza, insomnio, cansancio…) y sospecha que pueda estar causado por una antena de telefonía móvil cercana, llámenos. Le haremos un estudio de los niveles de emisiones presentes en su vivienda, o terreno.
Transformadores, líneas de alta tensión, electricidad estática,
contadores digitales, aparatos eléctricos, redes WIFI, radioactividad, geopatías, etc.
Transformadores, líneas de alta tensión, electricidad estática,
contadores digitales, aparatos eléctricos, redes WIFI, radioactividad, geopatías, etc.
Los campos electromagnéticos artificiales interfieren en el funcionamiento de nuestro organismo y de todos los seres vivos. Numerosos estudios científicos lo demuestran. No existe ninguna conclusión oficial al respecto, pero se sospecha que pueden ser causantes de enfermedades como el cáncer así como provocar trastornos neurológicos.
MÁS INFORMACIÓN 91.688.75.81
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PREGUNTAS Y RESPUESTAS:
POR ALBERTO CELA (INGENIERO TÉCNICO INDUSTRIAL / COLEGIADO Nº 25.476)
¿Qué incluye el estudio?
- Análisis de los niveles de campo eléctrico y magnético alternos, radiofrecuencias y microondas procedentes tanto de las instalaciones externas (antenas de telefonía, wifi, transformadores eléctricos, líneas de alta tensión, cables soterrados, etc.) como internas (aparatos domésticos, cableado eléctrico, teléfonos inalámbricos, redes wifi, etc). Para ello contamos con dos analizadores de espectro (alta y baja frecuencia), que a diferencia de los detectores de banda ancha tradicionales proporcionan no sólo la potencia de la señal recibida sino además la frecuencia de la misma. De esta manera medimos las intensidades y frecuencias que nos llegan de cada módulo instalado en las estaciones base de telefonía móvil, y las podemos separar de los repetidores de radio y televisión, radares de aviación, antenas de la policía (TETRA), radio-aficcionados, picoantenas, o los nuevos contadores inteligentes de la luz/gas/agua entre otros. Cobertura completa del espectro de frecuencias 0 Hz – 6 GHz.
- Evaluación de los niveles de carga electrostática en las superficies cuyo elevado índice se asocia normalmente al denominado Síndrome del Edificio Enfermo. Para ello utilizamos un estatímetro digital.
- Medición de radiactividad alfa, beta, gamma y rayos X, así como detección de gas radón mediante un contador Geiger digital.
- Comprobación de los niveles de «electricidad sucia» (armónicos y corrientes parásitas de red eléctrica), asociada a la instalación de algunos de los nuevos contadores de la luz con capacidad de telegestión, así como a ciertos tipos de aparatos y/o transformadores eléctricos.
- Detección de cargas magnéticas estáticas, así como de corrientes de agua subterráneas, fallas geológicas y redes de Hartmann-Curry, con geomagnetómetro digital, siendo el instrumento que mejores resultados da en la localización de geopatías.
- Medición del formaldehído, un gas cancerígeno que puede emanar de materiales tan comunes como los aglomerados, pinturas, o textiles.
- Evaluación de los niveles de partículas PM 2.5, procedentes en su mayor parte de la contaminación de los vehículos a diesel, los sistemas de calefacción domésticos, así como de actividades industriales, y que nos dan idea de la calidad del aire que respiramos.
- Cuantificación aproximada de la carga eléctrica acumulada en el propio cuerpo mediante un multímetro y el análisis de los valores de voltaje y resistencia corporal.
- En algunos casos, se procederá a la comprobación de otros parámetros físicos ambientales:
- Nivel acústico (ruido) mediante sonómetro.
- Intensidad de la luz visible con luxómetro.
- Total de compuestos orgánicos volátiles (TVOC) en el aire, procedentes de productos de limpieza, pesticidas, etc.
- Temperatura
- Humedad relativa
- El estudio se acompañará de un informe firmado por un ingeniero con los resultados de las mediciones. Para ello se tendrán en consideración los limites establecidos tanto por ley (Real decreto 1066/2001) como por estudios independientes (Bioiniciativa 2007, SBM-2008), siendo estos últimos los más adecuados para contemplar los posibles efectos en la salud a medio y largo plazo de la exposición a campos electromagnéticos.
- Finalmente se proporcionará asesoramiento técnico en cuanto a posibles soluciones para cada problema detectado, con el fin de reducir al máximo la exposición de las personas a las diversas emisiones contaminantes; y se atenderán todas las dudas suscitadas.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS:
POR ALBERTO CELA (INGENIERO TÉCNICO INDUSTRIAL / COLEGIADO Nº 25.476)
¿QUÉ INCLUYE EL ESTUDIO?
Análisis de los niveles de campo eléctrico y magnético alternos, radiofrecuencias y microondas procedentes tanto de las instalaciones externas (antenas de telefonía, wifi, transformadores eléctricos, líneas de alta tensión, cables soterrados, etc.) como internas (aparatos domésticos, cableado eléctrico, teléfonos inalámbricos, redes wifi, etc). Para ello contamos con dos analizadores de espectro (alta y baja frecuencia), que a diferencia de los detectores de banda ancha tradicionales proporcionan no sólo la potencia de la señal recibida sino además la frecuencia de la misma. De esta manera medimos las intensidades y frecuencias que nos llegan de cada módulo instalado en las estaciones base de telefonía móvil, y las podemos separar de los repetidores de radio y televisión, radares de aviación, antenas de la policía (TETRA), radio-aficcionados, picoantenas, o los nuevos contadores inteligentes de la luz/gas/agua entre otros. Cobertura completa del espectro de frecuencias 0 Hz – 6 GHz.
Evaluación de los niveles de carga electrostática en las superficies cuyo elevado índice se asocia normalmente al denominado Síndrome del Edificio Enfermo. Para ello utilizamos un estatímetro digital.
Medición de radiactividad alfa, beta, gamma y rayos X, así como detección de gas radón mediante un contador Geiger digital.
Comprobación de los niveles de «electricidad sucia» (armónicos y corrientes parásitas de red eléctrica), asociada a la instalación de los nuevos contadores de la luz, agua o gas digitales, así como a ciertos tipos de aparatos y/o transformadores eléctricos.
Detección de cargas magnéticas estáticas, así como de corrientes de agua subterráneas, fallas geológicas y redes de Hartmann-Curry, con geomagnetómetro digital, siendo el instrumento que mejores resultados da en la localización de geopatías.
Medición del formaldehído, un gas cancerígeno que puede emanar de materiales tan comunes como los aglomerados, pinturas, o textiles.
Evaluación de los niveles de partículas PM 2.5, procedentes en su mayor parte de la contaminación de los vehículos a diésel, los sistemas de calefacción domésticos, así como de actividades industriales, y que nos dan idea de la calidad del aire que respiramos.
Cuantificación aproximada de la carga eléctrica acumulada en el propio cuerpo mediante un multímetro y el análisis de los valores de voltaje y resistencia corporal.
En algunos casos, se procederá a la comprobación de otros parámetros físicos ambientales:
- Nivel acústico (ruido) mediante sonómetro.
- Intensidad de la luz visible con luxómetro.
- Total de compuestos orgánicos volátiles (TVOC) en el aire, procedentes de productos de limpieza, pesticidas, etc.
El estudio se acompaña de un informe firmado por un ingeniero con los resultados de la evaluación. Para ello se tendrán en consideración los limites establecidos tanto por ley (Real decreto 1066/2001) como por estudios independientes (Bioiniciativa 2007, SBM-2008), siendo estos últimos los más adecuados para contemplar los posibles efectos en la salud a medio y largo plazo de la exposición a campos electromagnéticos.
Finalmente se proporcionará asesoramiento técnico en cuanto a posibles soluciones para cada problema detectado, con el fin de reducir al máximo la exposición de las personas a las diversas emisiones contaminantes; y se atenderán todas las dudas suscitadas.
GARANTIZAMOS TOTAL INDEPENDENCIA Y RIGOR EN NUESTRO TRABAJO. NO TENEMOS NINGUNA RELACIÓN CON EMPRESAS ELÉCTRICAS, OPERADORAS, NI CON INDUSTRIA
¿QUE PASA SI TODO ESTA «CORRECTO»?
Legal no siempre significa inocuo. Así como el tabaco es legal y puede provocar cáncer de pulmón.
La inmensa mayoría de las evaluaciones «oficiales» concluye así porque los límites marcados por ley (que recogen únicamente los efectos en la salud a corto plazo) son muy superiores a los denominados como límites biológicos (basados en los efectos a medio y largo plazo).
Por ejemplo, la inducción magnética generada por un centro de transformación próximo a una vivienda puede ser de 1.500 nanoteslas, lo cual es 15 veces superior al límite recomendable a nivel biológico, y sin embargo estar muy por debajo del límite oficial (100.000 nanoteslas).
EN MEDICIÓN DE RADIACIONES SÍ TENEMOS EN CUENTA LOS EFECTOS BIOLÓGICOS DE LA EXPOSICIÓN A RADIACIONES PARA ASESORAR Y PROTEGER A LAS PERSONAS
¿POR QUÉ DEBERÍA HACER UN ANÁLISIS DE LAS RADIACIONES EN MI ENTORNO?
Porque es mejor prevenir que curar.
Conocer los niveles de contaminación electromagnética presentes en su hogar o centro de trabajo debería facilitarle la toma de decisiones tanto para prevenir como para evitar más daños en su salud, o bien descartar que estos se deban a las radiaciones.
Puede consultar aquí los testimonios de personas que ya han confiado en nosotros.
Si vivimos cerca de una antena de telefonía es probable que la dosis que reciba nuestra vivienda sea mayor que la que aconseja el principio de precaución. Todo dependerá del tipo de antena, la altura a la que se encuentre con respecto a nuestra vivienda, así como su orientación y obstáculos intermedios.
Sin embargo la mayoría de las veces comprobamos que son los teléfonos inalámbricos digitales (incluso los de los vecinos) y en menor medida los routers wifi los que nos están irradiando con una mayor potencia, incluso más de lo que lo hacen las antenas de telefonía móvil externas (por situarse mucho más cerca de nuestros cuerpos).
Otras veces, no somos conscientes de los elevados campos eléctricos que puede generar un simple interruptor o cable eléctrico que pase justo a la altura del cabecero de nuestra cama. En ese caso, es fácil que nuestra cabeza esté soportando todas las noches una radiación «extra» de 150 Voltios por metro (lo aconsejable sería no más de 10 V/m). Solucionar esto último, es relativamente sencillo y consiste en alejar el cabecero como mínimo 1 metro del origen o bien, si no se puede mover, cambiar la orientación del colchón para proteger nuestros órganos vitales, de este tipo de radiaciones.
En la mayoría de los casos, no es necesario, puesto que casi todos los problemas detectados suelen ser perfectamente solucionables.
Sólo cuando tenemos cerca cables de alta tensión y/o transformadores eléctricos (a la vista o soterrados), puede darse el caso de tener que cambiar de ubicación como medida preventiva.
Los aparatos fiables son mucho más caros que el precio que tiene un estudio técnico. Por otra parte, localizar el foco exacto de radiación puede ser el otro gran problema puesto que unos pocos centímetros pueden hacer variar el resultado significativamente. Sin la ayuda de un profesional experimentado se pueden provocar falsas medidas e interpretaciones que den lugar a conclusiones erróneas y/o peligrosas.
Casi todos pasamos gran parte del día en espacios cerrados. Muchas oficinas están llenas de aparatos eléctricos y electrónicos, fotocopiadoras, aires acondicionados, tubos fluorescentes, etc. No es de extrañar, por tanto, que si el ambiente del lugar de trabajo es insalubre, acabemos enfermando.
Con la entrada en vigor del Real Decreto 299/2016, transposición al derecho español de la Directiva 2013/35/UE, los empresarios están obligados a identificar y evaluar los niveles de contaminación electromagnética a los que estén expuestos sus trabajadores, así como a elaborar y aplicar un plan de acción cuando los niveles de exposición sean elevados.
La lipoatrofia semicircular es una enfermedad relacionada con el exceso de contaminación electromagnética. Se identifica mediante una pérdida del tejido graso subcutáneo en la zona de los muslos, aunque también puede darse en los brazos y/o el abdomen afectando más a mujeres que a hombres.
El síndrome del edificio enfermo puede ser la causa de cefaleas persistentes, irritaciones en las vías respiratorias, alteraciones en la piel, infecciones frecuentes, etc. La Organización Mundial de la Salud estima que un 30% de los edificios modernos podrían ser la causa directa de los diversos trastornos y molestias que sufren sus ocupantes.
DISPONEMOS DE EQUIPOS DE MEDICIÓN OPTIMIZADOS PARA VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DEL RD. 299/2016, CON CAPACIDAD PARA REALIZAR MEDIDAS MEDIANTE EL MÉTODO DE PONDERADO DE PICOS, ASÍ COMO PROMEDIADOS ESPACIALES Y TEMPORALES
¿CÓMO ME PROTEJO?
La mejor solución es con la distancia al foco emisor de radiaciones. Para ello basta con identificar (y a veces sustituir) los aparatos y equipos eléctricos con campos electromagnéticos elevados de nuestro entorno habitual.
Por otra parte, si los niveles de radiación que afectan a su vivienda proceden de emisores externos y son altos, puede presentar un informe en su ayuntamiento para que adopten las acciones pertinentes, aunque los límites oficiales en nuestro país, son muy altos (los máximos permitidos en Europa) y raras veces se sobrepasan. En cambio, sí es frecuente sobrepasar los límites biológicos con lo cual deberíamos adoptar soluciones prácticas para apantallar o reducir los niveles de inmisión medidos.
Existen diversos materiales para protegerse de los campos electromagnéticos que pueden colocarse sobre las paredes o ventanas. Hablamos de simples mallas metálicas tipo mosquitera (de venta en tiendas de bricolaje), o de cortinas y pinturas protectoras de radiaciones. Las opciones más apropiadas a cada caso, asi como su correcta ubicación para lograr la mayor protección, dependerán basicamente de las recomendaciones que se deriven del estudio técnico.
EN MEDICIÓN DE RADIACIONES NO TENEMOS NINGÚN TIPO DE RELACIÓN COMERCIAL, NI RECIBIMOS INCENTIVOS DE TIENDAS QUE VENDEN PRODUCTOS PARA PROTEGERSE DE LAS EMISIONES ELECTROMAGNÉTICAS
¿POR QUÉ SE DEDICAN A ESTO?
En 1999 comencé a padecer los síntomas de la electrosensibilidad (insomnio, cansancio, dolor de cabeza…).
A contracorriente, y tras años de investigación, he mejorado progresiva y notablemente mi sintomatología mediante procedimientos nutricionales y detoxificantes; así como identificando y reduciendo el impacto de la contaminación electromagnética y ambiental en mi entorno.
Ahora asesoro a otras personas para mantener o mejorar su salud y calidad de vida aprovechando la ética y profundidad de miras que me ha brindado la experiencia.
¿Qué pasa si todo está «correcto»?
Legal no siempre significa inocuo. Así como el tabaco es legal y puede provocar cáncer de pulmón.
La inmensa mayoría de las evaluaciones «oficiales» concluye así porque los límites marcados por ley (que recogen únicamente los efectos en la salud a corto plazo) son muy superiores a los denominados como límites biológicos (basados en los efectos a medio y largo plazo).
Por ejemplo, la inducción magnética generada por un centro de transformación próximo a una vivienda puede ser de 1.500 nanoteslas, lo cual es 15 veces superior al límite recomendable a nivel biológico, y sin embargo estar muy por debajo del límite oficial (100.000 nanoteslas).
EN MEDICIÓN DE RADIACIONES SÍ TENEMOS EN CUENTA LOS EFECTOS BIOLÓGICOS DE LA EXPOSICIÓN A RADIACIONES PARA ASESORAR Y PROTEGER A LAS PERSONAS
¿Por qué debería hacer un análisis de las radiaciones de mi entorno?
Porque es mejor prevenir que curar.
Conocer los niveles de contaminación electromagnética presentes en su hogar o centro de trabajo debería facilitarle la toma de decisiones tanto para prevenir como para evitar más daños en su salud, o bien descartar que estos se deban a las radiaciones.
Puede consultar aquí los testimonios de personas que ya han confiado en nosotros.
¿Cómo puedo saber a qué riesgos me estoy exponiendo?
Si vivimos cerca de una antena de telefonía es probable que la dosis que reciba nuestra vivienda sea mayor que la que aconseja el principio de precaución. Todo dependerá del tipo de antena, la altura a la que se encuentre con respecto a nuestra vivienda, así como su orientación y obstáculos intermedios.
Sin embargo la mayoría de las veces comprobamos que son los teléfonos inalámbricos digitales (incluso los de los vecinos) y en menor medida los routers wifi los que nos están irradiando con una mayor potencia, incluso más de lo que lo hacen las antenas de telefonía móvil externas (por situarse mucho más cerca de nuestros cuerpos).
Otras veces, no somos conscientes de los elevados campos eléctricos que puede generar un simple interruptor o cable eléctrico que pase justo a la altura del cabecero de nuestra cama. En ese caso, es fácil que nuestra cabeza esté soportando todas las noches una radiación «extra» de 150 Voltios por metro (lo aconsejable sería no más de 10 V/m). Solucionar esto último, es relativamente sencillo y consiste en alejar el cabecero como mínimo 1 metro del origen o bien, si no se puede mover, cambiar la orientación del colchón para proteger nuestros órganos vitales, de este tipo de radiaciones.
¿Me tengo que cambiar de sitio?
En la mayoría de los casos, no es necesario, puesto que casi todos los problemas detectados suelen ser perfectamente solucionables.
Sólo cuando tenemos cerca cables de alta tensión y/o transformadores eléctricos (a la vista o soterrados), puede darse el caso de tener que cambiar de ubicación como medida preventiva.
¿Por qué no debería comprarme un aparato y hacerlo yo mismo?
Los aparatos fiables son mucho más caros que el precio que tiene un estudio técnico. Por otra parte, localizar el foco exacto de radiación puede ser el otro gran problema puesto que unos pocos centímetros pueden hacer variar el resultado significativamente. Sin la ayuda de un profesional experimentado se pueden provocar falsas medidas e interpretaciones que den lugar a conclusiones erróneas y/o peligrosas.
¿Y si paso mucho tiempo en mi centro de trabajo?
Casi todos pasamos gran parte del día en espacios cerrados. Muchas oficinas están llenas de aparatos eléctricos y electrónicos, fotocopiadoras, aires acondicionados, tubos fluorescentes, etc. No es de extrañar, por tanto, que si el ambiente del lugar de trabajo es insalubre, acabemos enfermando.
Con la entrada en vigor del Real Decreto 299/2016, transposición al derecho español de la Directiva 2013/35/UE, los empresarios están obligados a identificar y evaluar los niveles de contaminación electromagnética a los que estén expuestos sus trabajadores, así como a elaborar y aplicar un plan de acción cuando los niveles de exposición sean elevados.
La lipoatrofia semicircular es una enfermedad relacionada con el exceso de contaminación electromagnética. Se identifica mediante una pérdida del tejido graso subcutáneo en la zona de los muslos, aunque también puede darse en los brazos y/o el abdomen afectando más a mujeres que a hombres.
El síndrome del edificio enfermo puede ser la causa de cefaleas persistentes, irritaciones en las vías respiratorias, alteraciones en la piel, infecciones frecuentes, etc. La Organización Mundial de la Salud estima que un 30% de los edificios modernos podrían ser la causa directa de los diversos trastornos y molestias que sufren sus ocupantes.
DISPONEMOS DE EQUIPOS DE MEDICIÓN OPTIMIZADOS PARA VERIFICAR EL CUMPLIMIENTO DEL RD. 299/2016, CON CAPACIDAD PARA REALIZAR MEDIDAS MEDIANTE EL MÉTODO DE PONDERADO DE PICOS, ASÍ COMO PROMEDIADOS ESPACIALES Y TEMPORALES
¿Cómo me protejo?
La mejor solución es con la distancia al foco emisor de radiaciones. Para ello basta con identificar (y a veces sustituir) los aparatos y equipos eléctricos con campos electromagnéticos elevados de nuestro entorno habitual.
Por otra parte, si los niveles de radiación que afectan a su vivienda proceden de emisores externos y son altos, puede presentar un informe en su ayuntamiento para que adopten las acciones pertinentes, aunque los límites oficiales en nuestro país, son muy altos (los máximos permitidos en Europa) y raras veces se sobrepasan. En cambio, sí es frecuente sobrepasar los límites biológicos con lo cual deberíamos adoptar soluciones prácticas para apantallar o reducir los niveles de inmisión medidos.
Existen diversos materiales para protegerse de los campos electromagnéticos que pueden colocarse sobre las paredes o ventanas. Hablamos de simples mallas metálicas tipo mosquitera (de venta en tiendas de bricolaje), o de cortinas y pinturas protectoras de radiaciones. Las opciones más apropiadas a cada caso, asi como su correcta ubicación para lograr la mayor protección, dependerán basicamente de las recomendaciones que se deriven del estudio técnico.
EN MEDICIÓN DE RADIACIONES NO TENEMOS NINGÚN TIPO DE RELACIÓN COMERCIAL, NI RECIBIMOS INCENTIVOS DE TIENDAS QUE VENDEN PRODUCTOS PARA PROTEGERSE DE LAS EMISIONES ELECTROMAGNÉTICAS
¿Por qué se dedican a esto?
En 1999 comencé a padecer los síntomas de la electrosensibilidad (insomnio, cansancio, dolor de cabeza…).
A contracorriente, y tras años de investigación, he mejorado progresiva y notablemente mi sintomatología mediante procedimientos nutricionales y detoxificantes; así como identificando y reduciendo el impacto de la contaminación electromagnética y ambiental en mi entorno.
Ahora asesoro a otras personas para mantener o mejorar su salud y calidad de vida aprovechando la ética y profundidad de miras que me ha brindado la experiencia.
SI DESEA ASESORAMIENTO PERSONALIZADO, PEDIR PRESUPUESTO O PREGUNTAR SOBRE ALGUNA CUESTIÓN QUE NO ESTÉ YA PLANTEADA, PUEDE LOCALIZARNOS EN EL SIGUIENTE NUMERO DE TELÉFONO: 91 688 75 81
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